miércoles, 27 de marzo de 2013

NORMAS BÁSICAS PARA DIÁLOGOS



He observado que hay autores que tienen algunos problemas a la hora de poner las rayas y la puntuación en los diálogos.

A veces, es fácil hacerse un lío, pero no es tan complicado como parece.



He aquí algunos consejos:

Para escribir diálogos se usan rayas (no hay que usar guiones ni guiones bajos). Las rayas son más largas que los guiones.

El problema es que las rayas, por lo general, no se encuentran en los teclados. Si usas el programa Word, hay que ir a "insertar" y luego buscar la raya en "símbolo". 

Tal vez sea más cómodo usar guiones, pero no es lo correcto.

Una vez que tenemos la raya localizada, hay que recordar que no se debe dejar un espacio entre la raya y la intervención del personaje:

— No le debo nada. (MAL)

—No le debo nada. (BIEN)

Si en la intervención del personaje hay un inciso (o explicación), entonces la raya va pegada a la primera palabra del inciso y no a la última palabra que dice el personaje:

—Esperaré aquí, gracias dijo poniendo énfasis en cada palabra. (MAL)

—Esperaré aquí, gracias —dijo poniendo énfasis en cada palabra. (BIEN)

Además, se pone la raya al principio del inciso, pero no hay que poner otra raya al final si el personaje no sigue hablando:

—Nadie lo conoce tan bien como yo —dijo Sonia. (MAL)

—Nadie lo conoce tan bien como yo —dijo Sonia. (BIEN)

Si el personaje continúa hablando después del inciso, entonces "sí" hay que poner otra raya que cierre el inciso, pero "siempre" pegada a la última palabra del inciso. 
Así pues, la coma, punto, dos puntos, etc., que pongamos, va "detrás" de la raya que cierra el inciso, nunca delante:

—Ya sé que no querías venir —dijo ella mirándolo a los ojos, —pero necesitaba hablar contigo. (MAL)

 —Ya sé que no querías venir —dijo ella mirándolo a los ojos—, pero necesitaba hablar contigo. (BIEN)

Y como dicen que la repetición es la madre de la retención, aquí va otro ejemplo:

—¿Qué haces todavía aquí?—, preguntó furiosa. ¡Vete de una vez! (MAL)

—¿Qué haces todavía aquí? —preguntó furiosa—. ¡Vete de una vez! (BIEN)


Bueno, espero que sea de ayuda.





domingo, 17 de marzo de 2013

DE PERROS Y GATOS


En una ocasión, el escritor Francisco Umbral dijo en una entrevista que hay "escritores de perro" y "escritores de gato", en referencia a quienes prefieren tener la compañía de un perro y los que prefieren la de un gato a la hora de escribir. 



Creo que lo mismo aplica a los lectores. 


Ya sea que seamos escritores o lectores, muchos de nosotros apreciamos la compañía de una mascota. 





Mi hermano solía decir que la imagen de la felicidad para él era que hubiera una tormenta fuera y una chimenea dentro, estar frente a un fuego con un buen libro en las manos, una taza de café humeante y un gatito al lado ronroneando.



A mí me encantan los animales en general, pero creo que yo sería "escritora de gato".

¿Y vosotros? 
                                              



¿De perro o de gato?